4 feb 2013

Diego Costa, el guerrero rojiblanco

Ayer, viendo el partido que enfrentaba al Atlético y al Betis, me dí cuenta de la importancia de Diego Costa en el Atlético de Madrid y lo determinante que puede llegar a ser. Poco a poco, y sin llamar mucho la atención, Costa ha ido cogiendo importancia en el esquema del Cholo y su rol en el manzanares ha dado un giro radical, pasando de estar cedido en el Rayo apunto de salir del Atlético a ser una de las piezas fundamentales de Simeone en esta temporada 12/13.

Atlético 1-0 Betis; Costa nos da la victoria



Nació en Brasil y allí es donde empezó a jugar al fútbol, pero no lo hizo de manera oficial hasta los 16 años, cuando firmó su primer contrato oficial con el Barcelona Esportivo Capela brasileño. Se podría decir que se formó en la calle, a eso se debe su contundencia en las entradas hacia sus rivales o en las faltas de respeto a los mismos. Él no sabía lo que significaba respetar al rival, por eso pensaba que darle un codazo o empujarle cuando estás aguantando el balón era lo normal.
Y eso ha demostrado en España, tanto en el Atlético, como en el Rayo, como en el Valladolid o como en el Celta. Son numerosos los equipos en los que ha estado cedido hasta asentarse finalmente en el Atlético de Madrid. Sus piques con la zaga rival o sus acciones fuera de tono son incontables.

Yo me remonto a su última etapa en España, en el Rayo y en el Atlético. En ambos equipos ha demostrado quien es el Costa futbolista, tanto sus buenas facetas como las no tan buenas. Capaz de lo bueno y de lo malo. No es un jugador que se caracterice por su técnica o capacidad con el balón con los pies, pero sí por su garra, coraje y resistencia. Quizás el ser menos agresivo le haría mejor como futbolista.. Actualmente, cuando escuchamos el nombre de Diego Costa, pensamos en un jugador agresivo e irrespetuoso.

'Guerrero'

Quién le iba a decir que, a principios de 2013, iba a ser uno de los hombres más determinantes y que más minutos juega del Atleti, más determinante que Falcao inclusive. En Copa del Rey y en Europa League suele ser el habitual en punta, mientras que en Liga suele jugar más escorado, jugando 'para' Falcao. Y es que, Diego, se ha convertido este año en el Adrián del año pasado pero con cualidades diferentes. Hablando de Adrián, su mal estado de forma y confianza han sido factores determinantes del gran estado de forma del brasileño, puesto que, si el asturiano estuviese al nivel del año pasado, Diego Costa ni siquiera tendría un hueco en el once titular.

Todo se debe a que, estando feliz, nada es difícil. Que se lo digan a Costa.

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