Hacía tiempo que en el Atlético no se confiaba tanto en la cantera como en la actualidad. Y gran culpa de ello la tiene el Cholo. Desde que llegará en invierno de la temporada 11/12 ha empezado, entre otras cosas, a potenciar y sacar la máxima rentabilidad posible a la cantera. De ahí que se hallan destapado los Manquillo, Saúl u Óliver, entre otros y a día de hoy sean tema del día en la actualidad colchonera.
En los tiempos que corren, y más aún contando con la crisis económica en la que lleva sumergido el Atlético unos cuantos años, gracias principalmente a la gestión de los Gil, los cuales priman antes su bolsillo que el del club, el hecho de poder contar con la cantera es una de las mejores noticias que se podrían dar en la Ribera del Manzanares a día de hoy.
Uno de los grandes artífices de esto es Simeone, que como comentaba arriba, desde que llegara en invierno de la temporada 11/12 ha empezado a potenciar la cantera lo máximo posible. La intención del Cholo es, en el club de sus amores, iniciar un proyecto con vistas de futuro -como ya demostrara renovando hasta 2017- y uno de los requisitos más importantes que tiene que cumplir un proyecto con las características del del Atlético de Madrid es saber potenciar la cantera.
El por qué es sencillo. Ya que la situación económica no es lo suficientemente positiva como debería, no en todos los mercados de fichajes va a ser posible realizar buenas incorporaciones si no se venden antes los pilares fundamentales para ingresar altas cantidades de dinero. Ahí es donde entra en acción la cantera. Para que no sea necesario vender para fichar, lo mejor es mirar antes abajo, ver lo que se tiene y tomar decisiones. Si hay buenos jugadores, mejor subirlos, confiar en ellos, buscarles una cesión o darles continuidad. Y esto es lo que se ha hecho en el Atlético con los casos de Manquillo, Saúl y Óliver.
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Manquillo fue titular en el Calderón en un Atlético - Levante esta campaña |
A la hora del repliegue, vuelve muy rápido y eso es del agrado de Simeone. Su físico (inusual en un chaval de 18 años recién cumplidos) le hacen ser capaz de subir y bajar a la velocidad de la luz una infinidad de veces por partido. Se siente más cómodo jugando en campo rival, aunque en la lectura defensiva hablamos de un jugador muy eficaz que sabe leer los pases del rival y anticiparse a ellos con perfección, lo que permite a los suyos salir con mayor velocidad al contragolpe.
En líneas generales, hablamos de un jugador que cumple y con buena lectura táctica en fases defensivas, pero que se siente mucho más cómodo jugando en campo contrario, haciendo uso de su velocidad para llegar a línea de fondo para colgar alguno de sus precisos centros al área. Debe mejorar la gestión de las subidas al ataque. Al sentirse tan cómodo y útil en fases ofensivas, olvida su espalda y deja muchos espacios atrás. Seguramente con el paso del tiempo vaya puliendo estos detalles.
Óliver Torres es la magia personificada en un terreno de juego. No hay más. De 178 centímetros de altura y 70 kilogramos de peso, tiene un notable tren inferior que le permite acudir al cuerpo a cuerpo con jugadores de mayor talla. Es intenso, elástico y flexible. Su espléndida visión de juego le permite jugar como mediocentro creativo o mediapunta. De momento el Cholo solo le ha probado por detrás del 9, posición en la que se siente más cómodo y liberado de tareas defensivas.
Gira, toca, se mueve, gambetea, tira sombreros, caños.. Al balón le gusta estar pegado de la bota de Óliver y a Óliver le gusta que éste esté pegado a él. Juega con el balón, lo conduce con rapidez y lo lleva donde más le gusta. Es ambidiestro, por lo que ninguna de las piernas supone una carga para él. Óliver es el pincel y el campo es el lienzo. Y casi siempre salen grandes obras de arte.
No tiene miedo a fallar. De ahí su confianza y madurez a tan temprana edad (18 años) por lo que no le pesa el salir al Calderón en un Atlético - Barcelona de Liga, por ejemplo. Tiene un alto ritmo de juego que hace al balón fluir rápido. Debe mejorar dos aspectos:
- La resistencia: su eléctrico juego desgasta. Es normal. Cuando se queda sin fuelle, desaparece por completo del partido y eso le puede pasar factura en un futuro. Ha de ir puliendo esta faceta.
- Poco gol: En el fútbol de hoy en día todo centrocampista ofensivo tiene gol. Óliver tiene buena llegada a segunda línea y al área, pero le falta ese último disparo. Otro aspecto que irá puliendo con el paso del tiempo.
Saúl ha sido, junto a Óliver, el que más minutos ha disputado esta temporada con el primer equipo. Sobre todo en Europa League, donde ha jugado contra Besiktas y Rubin Kazán. Ya es oficial que la próxima campaña la pasará cedido en el Rayo, donde probablemente gozará de bastantes más minutos de los que gozaría si se quedase en el Atlético. El estilo de juego del conjunto vallecano le vendrá muy bien para seguir su progresión.
El centrocampista madrileño es un jugador muy bien dotado físicamente pese a su tempranera edad (18 años), lo que le permite ser potente en el cuerpo a cuerpo e ir seguro y fuerte en los duelos aéreos. Le gusta recibir de espaldas para iniciar la jugada. Recibe, se gira y encara el campo rival para lanzar un contragolpe o iniciar una nueva jugada de ataque.
Es zurdo y muy bien dotado técnicamente. Puede jugar tanto de interior izquierdo, como en el centro como por detrás del punta. Normalmente, juegue donde juegue, siempre le veremos basculando hacia la izquierda y volcando su juego en esa zona. También tiene llegada desde segunda línea y muy buen disparo desde la frontal.
El futuro son ellos. Y Simeone lo sabe, por eso los va gestionando como lo va haciendo. De momento, Óliver y Manquillo se encuentran llamando a la puerta del primer equipo, mientras que Saúl está plenamente preparado para emprender su nueva aventura en Vallecas. Porque ellos son presente y futuro.
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