En su primera rueda de prensa como entrenador 'blue' ya comenzó a dar señas de su fuerte personalidad a través de la siguiente declaración: "Por favor, no me llamen arrogante, pero soy campeón Europeo y pienso que soy un tipo especial." Ante esto, los medios británicos le apodaron como "The Special One". Como ha hecho en Inter y Real Madrid, tras tres años al cargo del club, cuando vio que los problemas aumentaban y las broncas con Abramovich y Terry -emblema de la afición blue- decidió salir en busca de nuevos aires. Y fue a parar al Santiago Bernabéu. Tres años después vuelve al Bridge.
De nuevo, en su primera rueda de prensa nada más llegar se apodó como "The Happy One", por su felicidad al ser la primera vez que llegaba a un club al que ya amaba. En su regreso al Chelsea se ha encontrado con una plantilla muy maja mejorada por la llegada al club de Van Ginkel y Schürrle. Estos se suman a los Lampard, Mata, Óscar, Hazard, De Bruyne, David Luiz, Cech... En definitiva, un equipo capacitado de sobra para aspirar a cualquier cosa.
Centrándonos en lo puramente futbolístico, el Chelsea se posiciona en el rectángulo de juego en 1-4-2-3-1 con, normalmente, Cech en la portería, Azpilicueta/Ivanovic y Cole en los laterales, Terry -será titular con Mourinho debido a la admiración que siente el técnico hacia el central, emblema por otra parte de la hinchada blue- y David Luiz, que parte con prioridad ante Cahill, un centro del campo con Ramires y Lampard, una de las más talentosas líneas de 3/4 de Europa formada por Óscar, Mata y Hazard y Torres en la delantera con Ba y Lukaku que se espera rotarán mucho.
Equipo dotado para la verticalidad con jugadores plenamente capacitados para ello. El Chelsea es un equipo de vértigo. Así es como más se divierte y como más cómodo se siente. Debido al sistema, el doble pivote tiene poca participación en la elaboración de la jugada. El balón llega rápidamente a la zona de influencia de los mayores talentos del equipo, es decir, la frontal del área. Ahí empieza a fluir muy rápido el balón, con rápida movilidad y permutas de hombres de segunda línea, asociaciones constantes de Torres con dichos hombres y un Ramires algo más escalonado que Lampard, más posicional. Aún con eso, la gran carencia de este Chelsea sigue siendo el gol, que pese a la calidad reinante sigue faltando.
En fases defensivas es donde más sufre el Chelsea. David Luiz es un central que arriesga demasiado en la conducción, que le gusta lucirse en el desplazamiento del balón y que pierde con facilidad y frecuencia la posición, mientras que Terry es más sólido y corrector. Conseguir aprovecharte de los errores de David Luiz es tener mucho ganado si juegas contra el Chelsea. No obstante, Cech es un portero muy seguro, que aporta gran confianza a la zaga, difícil de batir en el mano a mano y muy ágil. El relevo generacional en la portería, con Courtois esperando cedido en el Atlético, será todo un éxito.
Este es, en líneas generales, el Chelsea que tiene José Mourinho entre manos. Un Chelsea que, con el plus de tener a uno de los mejores entrenadores del mundo, es capaz de opositar a cualquier título. El techo aún no está fijado, pues falta ver como se adaptan los jugadores a José y los mecanismos que éste imprime al equipo, pero no cabe duda de que será bastante alto.
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