Caso Bale

Ya lo tienen. Tras semanas y semanas de portadas constantes y siendo uno de los grandes temas del día en España, Bale ya es del Real Madrid. Lo hizo oficial el club blanco en la tarde del 2 de septiembre y ayer fue presentado ante casi 30.000 personas en el Bernabéu. Se convierte en el fichaje más mediático del mercado y acerca, un pasito más, al Real Madrid a la tan ansiada décima. No obstante, también trae algo negativo, como la obligada marcha de Özil -se veía sin hueco en el equipo- o el tan exageradamente precio pagado por los de la capital al Tottenham -91M€-, sobre el cual podríamos pasarnos debatiendo horas y horas, pero eso es otro tema.

Su eclosión tuvo lugar el año pasado, cuando decidió situarse en el centro -tras pasar por el lateral y el extremo izquierdo-, por detrás del punta, debido al mal juego del equipo. Villas-Boas le dio crédito y continuidad, y funcionó. Su partido en 2011 ante el Inter de Milán es toda una exhibición de lateral. Se comió, literalmente, a Maicon, uno de los mejores centrales por la época. Dando una profundidad bestial al juego, llegando a línea de cal y centrando. Como ha de hacerse. Y tras su periplo como jugador de banda, el año pasado tomó la decisión de comenzar a jugar por dentro. Y le salió.

Allí aumentó su influencia en el juego, leía el juego como si la posición de enganche fuese su posición natural, bajaba a recibir e iniciaba jugada mediante su innata velocidad. Así mejoró al grupo y el Tottenham se convirtió en puro frenesí al final de la 12/13. No obstante, el cambio tan drástico de posición también tuvo sus contras: sufría en estático, donde no tenía el espacio que un jugador de sus características requiere para regatear, y en posicional sufría al moverse entre líneas. En la siguiente imagen veremos una imagen muy significativa de la evolución en cuanto a influencia en el juego del Bale de 2011 hasta el Bale de 2013.

En Madrid Ancelotti tiene un dilema interesante con el galés. A priori el esquema tipo será el 1-4-2-3-1 que ya utilizaba Mourinho en el que Cristiano jugará por la izquierda y Bale por la derecha, posición prácticamente nueva para él y donde menos cómodo se siente. Siendo zurdo, debería ser la posición a donde mejor se acople, pero no es así. Desde siempre lleva jugando en banda izquierda, llegando a línea de fondo y centrando a área. Por la izquierda será más difícil verle hacer esa jugada y, a priori, será más frecuente verle tirar la clásica diagonal hacia el centro para buscar el disparo, el punto fuerte del galés. Su repertorio a la hora de armar la pierna es brutal, su facilidad para armar la misma también y la potencia que le imprime al disparo es de extraterrestre.

Como el juego del Real Madrid se enfocará en la zona izquierda con Isco, Modric, Cristiano y Marcelo Bale, que jugará por la derecha, encontrará más espacios y a menos jugadores fijándole ya que el rival tenderá a bascular a la derecha para frenar las asociaciones de estos. El galés tenderá a tirar hacia el centro o a ensanchar el campo, según lo exija el contexto del partido. También se encontrará con mayor asiduidad con el gol, encontrando más espacio para el disparo. Esto es, resumido en un breve texto, una de las tantas formas de adaptar a Bale a su nuevo entorno, al Bernabéu. De todas formas, hay ganas de que eche a rodar el balón en la casa blanca y ver que es lo que nos tiene preparado Ancelotti.

Carlos Abarca | @CAbarcaLluch